viernes, 31 de julio de 2009

Psiconeuroinmunología de la relación médico-paciente


Dr. Jorge Santiago

La pregunta que cabe es: ¿Puede la relación médico-paciente ser

terapéutica por sí misma?


En la relación médico-paciente se produce un encuentro casi "mágico" entre dos personas; por un lado autoridad y por el otro receptividad y sumisión.


Todo lo que trasmita emocionalmente, diga o haga el médico en este contexto va a producir una impronta no solamente en la memoria del paciente sino también en su sistema psiconeuroinmunoendócrino que va a influir en la respuesta de su organismo al tratamiento y en consecuencia en su recuperación y en el tiempo que ésta demande.


Una relación médico-paciente empática y con calidez humana, con información, respeto por las creencias, con examen físico, ocuparse por la persona y sus vivencias, cosas tan sencillas como un saludo y una despedida cordiales producirán confianza en el tratamiento y en la recuperación, disminuirán los niveles de ansiedad y estrés, se sumará el efecto placebo al farmacológico de la medicina suministrada; todos los cuales activarán procesos psiconeuroinmunológicos que favorecen la salud.


Aquí el médico es la mejor medicina.


Más aún, en el largo plazo estos pacientes disminuirán la cantidad de consultas hospitalarias, todo ello con ahorro económico para la institución.


Por el contrario la relación médico-paciente con trato indiferente, frío y distante, sin información, casi hostil, producirá desconfianza en el tratamiento (efecto nocebo), ansiedad (por la desinformación), cólera (por el trato recibido), pensamientos y emociones negativos que perjudican su recuperación.


Estos pacientes van a convertirse en asiduos concurrentes a los servicios de consulta externa en busca de satisfacción a sus demandas de salud.


Asimismo presentarán mayor cantidad de sintomatología del estrés que los harán consultar a distintas especialidades con incremento de los gastos para la institución de salud.


Es decir que a igual caso clínico y tratamiento farmacológico, la diferencia para una mejor recuperación está en la buena relación médico-paciente por los efectos psiconeuroinmunológicos que ésta produce.


El reto planteado a los profesionales de la medicina está en cambiar la actitud respecto a la relación médico-paciente y no sólo verla como un modo de satisfacer al "usuario" y que disminuyan las demandas de mala praxis, sino también como un modo ético de ejercer la medicina y sobre todo por los beneficios psiconeuroinmunológicos que se obtendrán.

jueves, 30 de julio de 2009

Estrés crónico e inmunidad


Dr. Jorge Santiago



Los principales estudios sobre estrés crónico e inmunidad han sido

realizados en la Universidad de Ohio por la psicóloga Janice Kiecolt-Glaser y el inmunólogo Ronald Glaser.


Ellos han trabajado principalmente con dos modelos experimentales de estrés crónico, personas que viven en discordia marital, y personas cuidadoras de enfermos crónicos incurables como la enfermedad de Alzheimer. Asimismo han evaluado la relación estrés crónico e inmunidad en otros modelos.


Entre los hallazgos que relacionan la inmunidad con el estrés crónico realizados por diferentes investigadores se encuentran los siguientes:


  • Aumento de susceptibilidad a infecciones respiratorias por virus de la influenza, rinovirus.


  • Aumento de la incidencia de Herpeszoster producida por la reactivación del virus varicela zoster debido a la inmunodepresión.


  • Disminución de la protección frente a la vacunación contra la Hepatitis B, Neumonía, Influenza (Gripe), Rubéola. Esto significa que los anticuerpos formados en respuesta a las vacunas señaladas pueden ser insuficientes para proteger a la persona de la infección. Estos descubrimientos tienen implicancias a nivel de la salud pública pues se trata de vacunas de aplicación masiva en la población y muchas personas que han sido vacunadas y que viven en estrés crónico pueden no estar protegidas.


  • Reactivación de virus latentes como el Citomegalovirus, Epstein-Barr y Herpes Simplex tipo 1 y 2.


  • Disminución de la respuesta inmune antitumoral y promoción de metástasis.


  • Disminución de la fase asintomática en personas infectadas con VIH.


  • Disminución de la cicatrización de las heridas.


  • Disminución de la inmunidad celular (defensa contra virus, bacterias, parásitos y tumores)


  • Predisposición a enfermedades alérgicas.


  • Predisposición a enfermedades autoinmunes.


  • Aumento de la producción de citoquinas proinflamatorias como la interleuquina 6, el aumento patológico de esta citoquina se ha estudiado que incrementa la predisposición a patologías como enfermedad cardiovascular, osteoporosis, artritis, diabetes tipo 2, leucemia linfocítica crónica.


  • Envejecimiento prematuro relacionado al acortamiento de los telómeros.


  • Alteraciones en el splicing del ARN.


  • Cambios epigenéticos relacionados a las histonas.

Sanders 2005

miércoles, 29 de julio de 2009

Estrés y cáncer en psiconeuroinmunología



Dr. Jorge Santiago




La relación entre el estrés crónico y el cáncer es mediada por la disminución en la actividad de las células NK, el aumento de cortisol y catecolaminas que además de disminuir la inmunidad celular tienen un efecto directo en la promoción del crecimiento tumoral al estimular la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) y las metástasis.


El estrés también disminuye la capacidad de autoreparación del ADN en el núcleo celular y estimula la apoptosis (muerte celular programada).


Estudios en pacientes que van a ser operados de tumores cancerosos muestran que el estrés prequirúrgico está relacionado a un aumento de las metástasis postoperatorias, esto se explica porque disminuye la actividad de las células NK encargadas de eliminar las células cancerosas residuales de la cirugía (Estudios de Ben-Eliyahu en Israel)


En la revisión de Antoni (2005) " The influence of bio-behavioural factors on tumour biology: pathways and mechanisms" se muestra como los mediadores nerviosos y hormonales del estrés, las catecolaminas y los glucocorticoides pueden activar vías celulares dentro de los tumores que contribuyen a su crecimiento y progresión, sinergísticamente facilitan el crecimiento tumoral. Situaciones estresantes caracterizadas por incremento de catecolaminas y cortisol pueden tener un gran impacto en los procesos relacionados al cáncer.


martes, 28 de julio de 2009

Lateralización cerebral e inmunidad


Dr. Jorge Santiago


En el año 2004 (Meador y col) se publicó en Annals of Neurology un artículo que mostraba las pruebas científicas que existia lateralización cerebral en el control de la inmunidad en humanos, los investigadores de EU trabajaron con pacientes en los cuales se les había realizado cirugía cerebral para el control de la epilepsia, allí se comprobó que cuando la cirugía se realizaba en el hemisferio izquierdo se producía un descenso de las células inmunológicas, mientras que cuando se realizaba en el hemisferio derecho no se producían cambios o en algunos casos había aumento de las células inmunológicas.



En experimentos con animales ya se había visto que el cerebro tiene la función de regulación inmunológica y el hemisferio izquierdo es estimulador, mientras que el derecho es inhibidor, pero en humanos no se había comprobado aún.


Esta claro que en caso de lesión de un hemisferio va a predominar la actividad del otro.


A mediados del 2006 (Koch y col) se publicó otro artículo desde Alemania, esta vez en Neuroimmunomodulation, donde en un estudio retrospectivo de los últimos años los neurocirujanos comprobaron que los pacientes que habían tenido ictus o stroke localizado en el hemisferio izquierdo presentaban un mayor número de infecciones intrahospitalarias que los que presentaban la lesión en el hemisferio derecho, asimismo las células inmunológicas variaban si la lesión era de uno u otro lado.


Hay otros estudios en el campo experimental donde se han realizado lesiones estereotáxicas en animales en zonas localizadas del cerebro, en ambos hemisferios, y se ha encontrado que practicamente todas las áreas cerebrales, inclusive el cerebelo están implicadas en la regulación inmunológica.


En una revisión de Wrona (2006) publicada en el Journal of Neuroimmunology, se muestra la localización específica de las áreas cerebrales y la inmunidad, prácticamente todas las áreas cerebrales están implicadas pero diferencialmente según los tipos celulares


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En el mismo artículo se muestra que la estimulación de la corteza parietotemporooccipital izquierda en ratas produjo aumento de los linfocitos T pero no de las NK y B, esto indica activación de los CD4, en otros trabajos muestran que la lesión de prefrontal izquierda produce disminución de las NK.


Lo que se conoce hasta hoy es que la lesión o estímulo de determinadas regiones del cerebro se relacionan con variaciones en la actividad de distintos tipos de inmunidad. Pero aún no existe un modelo y tampoco hay un mapa completo de las regiones cerebrales implicadas en la inmunidad.

lunes, 27 de julio de 2009

Psiconeuroinmunología




Dr. Jorge Santiago


La Psiconeuroinmunología es la ciencia que estudia las interrelaciones entre el Psiquismo y los Sistemas Nervioso, Inmune y Endocrino, es decir entre Mente - Cuerpo y trata de explicar como los sistemas psicológicos, biológicos, culturales, sociales y ecológicos interactúan contextualmente e influyen en el inicio, curso y recurrencia de las enfermedades y en la recuperación hacia la salud.


Campos de acción de la Psiconeuroinmunología


Sus aplicaciones van desde los estudios epidemiológicos sobre la relación entre los estados emocionales, el estrés, conductas y creencias culturales relacionados a indefensión neuroinmunoendócrina como factor predisponente de enfermedades médicas. Hasta las intervenciones mediante programas de apoyo Psiconeuroinmunológicos, las cuales se realizan de forma preventiva destinados a movilizar los recursos internos protectores de la salud y a buscar armonizar el adecuado equilibrio de los sistemas Psiconeuroinmunoendocrinos con el objetivo de reforzar la capacidad natural de defensa frente a las enfermedades. Y en la forma terapéutica en enfermedades crónicas y relacionadas con la inmunidad, dirigida a potenciar la capacidad de recuperación del organismo.


Las intervenciones en Psiconeuroinmunología se suman a la terapia médica actuando sinérgicamente, mejorando la calidad de vida y favoreciendo la salud.


Psiconeuroinmunología relacionada a la salud


Factores como el amor, el optimismo, la esperanza, el efecto placebo, el buen humor, la risa, el soporte social y el altruismo, han sido estudiados en sus correlatos inmunológicos y fisiológicos, encontrándose que la actividad de las células T, B y NK mejora en relación a los valores basales, aumenta la IgA, disminuye la activación simpática, así como la presión arterial y la viscosidad de la sangre, disminuye el cortisol y mejoran otros parámetros indicadores de salud.


Psiconeuroinmunología relacionada a la enfermedad


Así también se han estudiado las modificaciones inmunológicas y fisiológicas que producen los pensamientos y emociones negativos, como los estilos de pensamiento pesimista, la desesperanza, baja autoestima, ansiedad, cólera, depresión, estrés crónico, los cuales en todos los casos presentan valores alejados de los parámetros relacionados a la salud.


Psiconeuroinmunología como ciencia integradora del ser humano


La Psiconeuroinmunología ofrece a los profesionales de la salud un salto del pensamiento dualista cartesiano a un pensamiento unificado del hombre.


Si bien la Psiconeuroinmunología se muestra como una oportunidad de trabajar interdisciplinariamente, también permite a los profesionales de la salud, desde su propia especialidad tener una visión sistémica e integral del ser humano, donde se revaloriza la ética, la relación médico-paciente, hacia una medicina más humanista.

Neuroinmunomodulación


Dr. Jorge Santiago


Los sistemas psiconeuroinmunoendocrinologicos se interrelacionan en un “diálogo continuo” que en general no lo percibimos concientemente pero que es esencial para nuestra supervivencia.


La Neuroinmunomodulación implica la existencia de vías de comunicación desde el sistema nervioso al sistema inmune y desde este al sistema nervioso, asimismo requiere de la presencia de moléculas de comunicación que sean reconocidas en ambos sistemas. Y principalmente necesita de centros de procesamiento de la señal inmunológica y nerviosa.


Fibras simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso inervan los órganos del sistema inmune: Médula Ósea, Timo, Bazo, Ganglios Linfáticos.

En ellos las fibras nerviosas ingresan y los axones se dirigen al parénquima y estroma de los órganos.

Dentro de los órganos linfáticos se establecen verdaderas Sinapsis Neuroinmunes entre los terminales axónicos y células inmunes como los macrófagos o linfocitos. Allí en estas sinapsis, el Terminal nervioso libera Neurotransmisores clásicos como la Noradrenalina, Dopamina, Acetilcolina y Neuropéptidos como las Endorfinas, VIP, Sustancia P, NPY, Somatostatina, los cuales actúan sobre receptores ubicados en las membranas de las células inmunes.

Recordemos que las células inmunes circulan por todo el organismo a través de la sangre y la linfa, con periodos de residencia en los órganos inmunes donde se originan y reproducen, los macrófagos también tienen periodos de residencia fuera de los órganos inmunes.

Blalock 2007

La Sinapsis Neuroinmune fue descubierta en los 80 por un equipo de neurocientíficos dirigidos por David y Suzane Felten en Rochester University, esto constituyó un descubrimiento que desafiaba décadas de investigación científica convencional relacionada al sistema inmune. No existía conocimiento previo de una vía de comunicación tan directa entre ambos sistemas, literalmente se encontraban unidos.

Catecolaminas en neuroinmunidad

Las catecolaminas Noradrenalina (NA) y la Adrenalina (A) a través de la inervación simpática y la secreción adrenal regulan la función inmunológica y el balance Th1/Th2.

Los receptores β 2 se encuentran en la membrana de los macrófagos, células NK y linfocitos Th1 y no están presentes en los linfocitos Th2.

Como resultado de la actividad de las catecolaminas se produce una acción inhibitoria sobre las células que participan en la inmunidad celular, por lo tanto el balance se inclina hacia un predominio Th2.

La consecuencia es un predominio de la inmunidad humoral y disminución de la inmunidad celular por actividad del simpático.

El predominio de la actividad simpática se manifiesta en la clínica por mayor predisposición a infecciones, alergias y disminución de la resistencia inmunológica en cáncer o infección por HIV.

Glucocorticoides en neuroinmunidad

El balance de la actividad del sistema Hipotálamo-Hipófiso-Adrenal sobre la actividad inmune predominantemente por acción de los glucocorticoides como el cortisol, lleva a un predominio Th2 sobre Th1, a través de la inhibición de la producción de IL-12, IFN α, IFN γ, TNF α en los macrófagos (CPA) y en los Th1, por el contrario hay un incremento en la producción de IL-4, IL-10 e IL13 por los Th2 (Elenkov 2004)

El resultado es supresión selectiva de actividad Th1 con inmunodeficiencia celular y aumento de la inmunidad humoral. En clínica se manifiesta con mayor predisposición a infecciones, alergias y disminución de la resistencia inmunológica en cáncer o infección por HIV.

Esto es lo que se produce en los estados de estrés crónico donde se encuentra aumentada la actividad de los sistemas productores de catecolaminas y glucocorticoides.

domingo, 26 de julio de 2009

Red Psiconeuroinmunoendocrina


Dr. Jorge Santiago

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La influencia de los pensamientos y emociones en la fisiología del organismo y el papel del estrés en la salud y la enfermedad está sustentada en la existencia de la Red Psiconeuroinmunoendócrina.

La concepción de Red Psiconeuroinmunoendócrina se origina en la década de los 80 cuando investigadores interdisciplinarios demuestran la existencia de múltiples vías de comunicación entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune. Y entre estos sistemas con el psiquismo.

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En ella, la Actividad Mental influye en los niveles Nervioso, Inmune y Endócrino a través de la liberación de moléculas de comunicación con actividad multidireccional.

La modificación de alguno de sus componentes va a producir modificaciones en toda la red y por consiguiente influir sobre la salud y la enfermedad.


El modelo propuesto por la Psiconeuroinmunoendocrinología plantea la existencia de una Red Sistémica de integración Mente-Cuerpo o Red Psiconeuroinmunoendócrina (Red PNIE), la cual opera en un contexto de interrelaciones internas entre sus componentes: Psiquismo y Sistemas Nervioso, Inmune y Endocrino, así como en un contexto de interrelaciones externas: Sociales, Culturales y Ecológicas.